Si buscas un postre rápido, fácil y con un resultado que sorprende, esta tarta de manzana con solo 3 ingredientes es la opción perfecta. Con una lámina de hojaldre, un par de manzanas frescas y un toque de mermelada, lograrás un dulce casero crujiente por fuera, jugoso por dentro y con un brillo irresistible.
Es ideal para improvisar una merienda, recibir visitas inesperadas o darte un gusto sin complicaciones en la cocina.
Ingredientes
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1 lámina de masa de hojaldre
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2 manzanas de tamaño mediano
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4 cucharadas de mermelada de melocotón
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1 huevo para pintar (opcional)
Preparación
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Precalentar el horno
Primero, precalienta tu horno a 200 °C (aproximadamente 390 °F). Esto asegurará que la masa de hojaldre quede bien dorada y crujiente. -
Preparar la masa de hojaldre
Extiende la lámina de hojaldre sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal o una lámina de silicona. Si lo deseas, puedes pinchar ligeramente la base con un tenedor para evitar que suba demasiado por dentro. -
Cortar las manzanas
Lava, pela si prefieres (aunque con piel puede quedar lindo y aporta textura), y descorazona las manzanas. Corta en láminas finas, tipo gajos, lo más uniformes posible para que se cocinen al mismo ritmo. -
Montar la tarta
Coloca las láminas de manzana sobre la masa de hojaldre, distribuyéndolas de forma armoniosa y cerrando ligeramente los bordes de la masa hacia adentro (o formando un borde para que la mermelada no chorree). -
Agregar la mermelada
Calienta un poco la mermelada de melocotón para que esté líquida (puedes hacerlo unos segundos en el microondas o al baño María). Pinta las manzanas con la mermelada, esto aportará brillo y sabor. -
Pintar con huevo (opcional)
Si quieres que los bordes de la masa queden más dorados, bate un huevo y pinta solo los bordes con cuidado, evitando que chorree sobre las manzanas (para que no se quemen). -
Hornear
Lleva al horno precalentado y hornea durante unos 20 a 25 minutos, o hasta que la masa esté dorada y crujiente y las manzanas cocidas (suaves, jugosas pero sin deshacerse). El tiempo puede variar según el horno; vigila desde los 18 minutos. -
Reposar y servir
Una vez fuera del horno, deja reposar unos minutos sobre una rejilla para que no se humedezca la base. Sirve tibia o fría, sola o acompañada con crema, helado de vainilla o un poco de yogur.
Consejos adicionales
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Tipo de manzana: Las que tienen buen equilibrio entre dulzor y acidez (como Fuji, Granny Smith, Gala o Golden) funcionan muy bien. Si usas una variedad muy dulce, puedes reducir un poco la cantidad de mermelada o elegir una más ácida.
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Corte uniforme: Que las láminas sean delgadas y parecidas entre sí asegura una cocción pareja y evita que algunas estén crudas mientras otras ya se queman.
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Mermelada casera: Si tienes mermelada casera o una conserva natural, quede mejor, pero asegúrate de que esté bien filtrada (sin pedacitos grandes) si la vas a pintar, para que quede más lisa.
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Toque especiado: Opcionalmente, puedes espolvorear un poco de canela en polvo o nuez moscada sobre las manzanas antes de añadir la mermelada. Le da un aroma delicioso.
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Endulzantes alternativos: Si prefieres menos dulce, puedes mezclar la mermelada con un poco de jugo de limón para cortar la dulzura o usar mermelada light.
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Decoración extra: Puedes cortar las manzanas en forma más creativa (como en abanico) o añadir frutos secos picados (almendras laminadas, nueces) encima antes de hornear para dar crocancia.
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Almacenaje: Guarda la tarta en un recipiente hermético a temperatura ambiente por hasta un día; si hace calor, mejor refrigerar. Al calentarla de nuevo, usa el horno o un tostador para que la base recupere lo crujiente.